Sus migrañas le escupían en la frente
le arañaban en la nuca
y torcían cada uno de sus pensamientos
¿Ella?
Y hoy se portaba igual
que sus putos dolores de cabeza
En la cama
todo olía
a vómito
y a resaca
(de lo que se va
pero para siempre)
El teléfono no dejaba de sonar
-¿Sí?
-Me encantan tus pies…
y hoy creo que
te quiero malvarrosa
Y así consiguió dormir un poco