lunes, noviembre 24, 2008

espirales de oxígeno

si me preguntaran cuál es mi flor favorita,
sin duda mi respuesta sería: ave del paraíso.
no es por vanidad.
ni siquiera tiene que ver con que lleve un 38 de pie,
siempre fui bajita.
es sólo que es complicada,
y siempre tuve predilección por las cosas complicadas,



laberintos de palabras
espiral de oxígeno

domingo, noviembre 23, 2008

me gusta usted

me gusta su cuello
liso
suave
como esa espuma que se queda por encima del café
que se agarra despacito al labio

y su olor ultravioleta
que se corta el pelo y un poco de cada esquina
que viene vivo
y con una sonrisa
o cuando coge el autobús
(que siempre se mira en algún espejo
revolviéndose los pensamientos con la mano
me gusta usted
usted y su mirada

viernes, noviembre 21, 2008

¿Todavía tienes frío?

-No llores, que el agua da frío...
-No puedo evitarlo. Tengo esa sensación de no saber qué me apetece.
Que lloro y digo, pero ¿qué te pasa?, y no sé responderme...
-¿Quieres que te abrace?
-Ya no serviría para nada, el agua se secó,creo que voy a ir a un cupón a comprar ilusión, un rasca de esos, que siempre me anima...


y te guardaré un sandwich de nocilla, que el dulce te sonríe:)

martes, noviembre 18, 2008

duerme...

de repente todo explota,
como de la nada
todo lo que había en los sueños se acumula como en cubos de basura
pero no huele mal
es solo que es éso, basura
como los recuerdos que se enmarañan en mi cerebro y me hacen vomitar (asociaciones simples)
como el protagonista de la naranja mecánica
me duele todo por dentro
y de repente me despierto
y ahí estás tú
como de la nada también
mirando como duermo
y una burbuja en el estómago explota
pero ya no duele
sólo hace cosquillas
- Qué frio hace afuera, no quiero irme
-Quédate...
salamanca me gusta
y tu cama,
aunque sea pequeña...

lunes, noviembre 03, 2008

nudos de nácar

corría con su abrigo
nadaba entre el aire de tus palabras
engañaba a cada pestaña de mi escaño
lloraba en agujeros



y follaba en el corredor
soñaba que es de día
hora de la muerte: 00:36


cuando llegaba a la cama
las horas olían dulce



historias con nudos de nácar