domingo, diciembre 27, 2009

amnesia anterógrada

He empezado a escribir todos tus secretos en una agenda del 92. A veces la abro, y huele a ti. Siempre hablas de beneficios secundarios, o del país. Yo a veces te escucho, otras veces lo finjo. Me gusta oirte ronronear tantas y tantas palabras. Siempre hablas. Hablas a todas horas. Yo te sonrío, y tú sigues hablando. Me gusta tomar café y escucharte. Se te queda la espuma de la taza en las palabras. Yo no te digo nada, pero me río. Me río a carcajadas. Luego pones un disco de Bob Dylan. Y te da por llorar. Yo no entiendo nada, pero sigo riendo. Aunque por dentro lloro, porque me da pena verte feliz. Esas lágrimas me ahogan. Tú siempre dices que sabes nadar. Que nadas muy bien. Yo no te hago caso. Porque sólo los peces lo saben. Aunque tú siempre has sido muy camaleónico. Dices que te encanta el cine. Y a mí también. Pero tú ahora eso no lo sabes. No sabes nada de mí. Si lo sabías ayer , hoy olvídate. Cambio en seguida de opinión. Amnesia retrógrada: te impide recordar hechos nuevos. ¿Por qué sigues hablando? Conduces fatal, pero cuando nos montamos en el coche te quiero un poco más. Es otra forma de amar. O dejar de hacerlo. Y qué más me da todo eso. Qué más me da. Te quiero, y lo tengo todo guardado, por si acaso se me olvida con tanta amnesia.

lunes, diciembre 21, 2009

silencio

ella estaba semidesnuda junto al radiador
leía a Benjamín Prado
mientras la sangre se derramaba por las piernas hasta llegar al suelo
hasta terminar extasiada

sábado, diciembre 05, 2009

.

lo que más me gusta de ti es el invierno
ese frío entre los adoquines