lunes, febrero 20, 2006

Lulú



Lloraba sangre de metal,
la misma que le brotaba de los tobillos con lentitud.
Cada lágrima se posaba
(con cuidado)
sobre su vestido blanco.
Le dolía la parte interna de los dientes
y en la boca
también se le iba acumulando sangre

acabaría por vomitar por las paredes y el suelo….

Lulú es preciosa, pero hoy está triste




(Imagen por cortesía de Fran Pérez Segovia(ilustrísimo), un personaje sin duda, al que le agradezco la misma)

viernes, febrero 17, 2006

Te prometo que te querré un poco, como se quiere a las hojas secas cuando llegan con el otoño, cuando aún no hay demasiadas.

Te querré sin miedos.

Te querré sin agujeros.

Te querré despacio

y deprisa

y pausado

o lento.

Te querré dulce,

amargo y amarillo,

y algunas veces azul.

Te querré aquí, allí,

contigo y sin mí.

Te querré con palabras,

con gestos,
con miradas

o con besos.

Pero desde ese momento te querré siempre, sin descansar, sin dormir, sin parar…

Te irás lento, suave, como viniste, pero te irás…

(Cuando te fuiste, me dolían las yemas de los dedos; un dolor intenso que irremediablemente se extendía hacia los ojos y no me dejaba parar de llorar)
Pasaré el resto de los días llorando, hasta que vuelvas; aunque no vuelvas nunca, sé que volverás.
Te echaré tanto de menos que te escribiré 101 poemas en tercera persona, para que nadie sepa que hablo de ti. Para que nadie me pregunte si estoy triste.



¿Me prometes que nos columpiaremos en los parques como cuando eras aún un niño?

lunes, febrero 06, 2006

Sus migrañas le escupían en la frente

le arañaban en la nuca

y torcían cada uno de sus pensamientos

¿Ella?

Una estúpida

Y hoy se portaba igual
que sus putos dolores de cabeza

En la cama

todo olía

a vómito

y a resaca

(de lo que se va
pero para siempre)

El teléfono no dejaba de sonar

-¿Sí?
-Me encantan tus pies…
y hoy creo que
te quiero un poco

Y así consiguió dormir

jueves, febrero 02, 2006

dicen que es silencio

lo que se revuelve

si te cuelas en mi bufanda

que escondes torpes caricias

y que tiritas cuando esperas

que te recojan en el cruce

que siempre escribes versos impares
no como yo
T me contó cómo hacían el amor
de pie
y en la mesa rota
y en la manta


Y yo recordaba
cuando follábamos
en sucias pensiones
que olían a semen
a sudor
y a humedad


Sus besos sabían
a ostias
los míos
a vino
y piruletas