jueves, febrero 02, 2006

T me contó cómo hacían el amor
de pie
y en la mesa rota
y en la manta


Y yo recordaba
cuando follábamos
en sucias pensiones
que olían a semen
a sudor
y a humedad


Sus besos sabían
a ostias
los míos
a vino
y piruletas

7 comentarios:

pqueno dijo...

algún día sobreviviremos a la decadencia...

"q esto sea un desastre no nos debería preocupar, piensalo más tarde...", q diría deneuve...

Clifor dijo...

Lástima de aquel que se refugia en el sexo -o debería decir en la pensión- para encontrar un hogar.

Anónimo dijo...

weno weno wenooo!!!!y akí llegó la vena erótica de laurilla!si señor! q ganas tngo d verte y darte un achuchón!tan solo kedan horas...bsitoSSSSS!

Raul dijo...

¿Y qué causa mayor satisfacción? ¿Follar como animales, o hacer el amor?

Yo brindo por el encanto de lo sucio, de lo sórdido, que siempre dejará recuerdos más fuertes y vívidos...


Y, por cierto, me encanta lo de los besos de vino y piruleta, muy bueno.

Unknown dijo...

he leído tanto de besos con distintos sabores, que me quedo con la piruleta.

así se corresponde con el sabor de algunos corazones.

hacer el amor o follar, depende de quién lo practique o formará parte de unas reglas?

Vgrant dijo...

Creo que era aquí donde comenté, con palabras que el éter se ha llevado para siempre. Por desgracia no recuerdo si era algo sobre la hermosura de la sordidez.

"Y el sonido que produce la mesa es el del tren que lleva al séptimo cielo. Por la vía de la sordidez en esta ocasión."

Me he acordado de golpe. Maravillas de la condición humana.

Un abrazo parabólico desde el 6º piso de mi provisional torre de marfil.

lluvia de emergencia dijo...

me encanta lo de los sabores de los besos. mmm los mios siempre han sido dulces. ultimamente a lo mejor picantes y mañana quien sabe .....