lunes, marzo 27, 2006

creo en los sueños

Escondía una canción
(para tus oídos),
la guardaba entre la yerba,
la que nos acariciaba los pies.
La pasión escribía
versos de papel
mudos y estrechos,
pero llenos.

Las sandalias agotadas
gritaban
por favor.


Keane no parpadeaba
y yo le regalaba miradas


lentas


y bombones de metal

que nunca me olvidara…
Porque los martes y trece eran su día favorito.

martes, marzo 21, 2006

Alicia

(Para David, que me debe un paseo y yo a él demasiados libros, y porque este texto sé que le gustó)





Le regalaba bombones de cristal,
que aprendiera a saborear
Y él se empeñaba en masticarlos.

le dijo mil veces
que quería pasarse la vida
en el columpio,
que nunca se haría mayor.
Pero siempre estaba tocándola.
Ella no entendía muy bien,
pero pasaba las noches llorando…
era la única persona que la besaba


Ella nunca supo si era amor

Ahora ambos ya no son más que polvo,
Pero Alicia sigue teniendo pesadillas.

domingo, marzo 19, 2006

La increíble historia de mi nombre…

Y mientras,

reposas tus sueños
en tu cama rala,
yo escucho
tu respiración
por detrás de la puerta.

Suena a vuelo y a mar,
a agua,
a melodías estrambóticas
que nadan,
entre mis manos,
en mis tímpanos.


Y mientras,
tu mirada,
detrás de la puerta,
queriendo timar,
engañar a mi espalda.
estropear
u
obviar
mis palabras.

Y mientras,
yo,
detrás de la puerta,
escribía palabras para ti…


Ahora la distancia nos une.
Y aún escribo tu nombre en la madera de los bancos de la avenida.

miércoles, marzo 15, 2006

besos de agua

(para Sergio... Por haberse escondido tanto tiempo)



rebusco
busco

te encuentro

te desdibujo

entre burbujas de cristal

donde escondo tus palabras



ya no son horas

para estupideces
(estúpido todo)

haremos el amor

de dos camas

(distintas,
de veinticinco horas)

y guardando olores

entre sábanas

y cajas de zapatos

que se arrugan

con resacas

de mil amaneceres.



atrás...


ya lejos

martes, marzo 07, 2006

Ya sé nadar

De niña nadaba entre escombros,

luces de neón que se apagaban

en vómitos de cristal.



Empecé cogiendo atajos

y saltando

para no pisar la mierda.

Encerraba mi cabeza

en cajas de cartón

y si me iba,

nunca decía nada.

Esquivaba balas de plomo

y conducía tanques en mis guerrillas.




Ahora,

más niña aún,

he aprendido a dejar

notas en la nevera

y a decir te quiero




He aprendido a nadar...