lunes, marzo 27, 2006

creo en los sueños

Escondía una canción
(para tus oídos),
la guardaba entre la yerba,
la que nos acariciaba los pies.
La pasión escribía
versos de papel
mudos y estrechos,
pero llenos.

Las sandalias agotadas
gritaban
por favor.


Keane no parpadeaba
y yo le regalaba miradas


lentas


y bombones de metal

que nunca me olvidara…
Porque los martes y trece eran su día favorito.

4 comentarios:

Patricia Casalderrey dijo...

Algún día volveremos a tirarnos sobre la hierba de esos jardines a escribir poemas y contar aviones. Descalzas, siempre descalzas. Con botellas de agua y helados de mora.
Y la primavera nos guarda secretos maravillosos.

Clifor dijo...

Siempre.

pqueno dijo...

retar a la suerte siempre es lindo...

de verdad existe alguna posibilidad de olvidarse de tí?...si es así, yo no la conozco

abrazos elípticos desde el norte

Unknown dijo...

a veces una canción sale de los dedos de él, de las pestañas de ellas... dedicarla entonces es complicado, porque son ellos. Y así el olvido no llega.