domingo, septiembre 17, 2006

para tí...(con acento)

…Cualquier día…

Querido desconocido:

Esta carta la escribo para dártela el día en el que nos crucemos en cualquier adoquín de alguna avenida de esa ciudad de la que hablan las canciones...

Para entonces sé que correrás a esperarme a cada estación, donde quiera que vaya, igual que pasa en las películas…

Cuando nos veamos las caras, quiero que vengas despacio. Como un rumor. Que llegues de puntillas y me abraces por detrás…
Y no nos digamos nada durante un angosto período de tiempo, (¿existe el tiempo si no existen relojes para medirlo?).


Cuando tú quieras, me taparás los ojos y me mirarás durante un rato, sin que yo pueda verte… como en los cuentos
.
Cuando ya te mire a los ojos, mi estómago estará lleno de nudos, de nervios, de nubes y mariposas…

Te abrazaré fuerte y pasearemos por todas las esquinas, cada parque, cada beso, cada palabra…

Iremos a llorar al cine, para que nadie nos vea…

Querremos ser normales por un instante, aunque ninguno de los dos lo reconozca.

Haremos una cajita de cartón, como las de zapatos, para guardar todos nuestros secretos…( es lo que tienen los secretos, que no se los podrás contar a nadie)…

Nos cantaremos canciones al oído, de los que tienen demasiados silencios en pocas palabras…

Nos dividiremos en esas dos mitades que todos tenemos…

Coseremos todos y cada uno de los juguetes rotos que escondemos en alguna parte.
Confío en que me puedas ayudar…

Rozaremos nuestros pies descalzos, fríos por la lluvia, hasta que no haya más que uno…

Soñaremos con nadar a mariposa en piscinas llenas de agua, llenas de inviernos, veranos y más otoños que primaveras…

Nos besaremos de escarcha en los labios; escarcha débil y deshecha que se balanceará en la comisura de la boca…

Escribiremos historias en un cuaderno amarillo anaranjado, como la de la chica de la bufanda de rayas o el chico de la mirada gris…




Te prometo que te querré un poco, como se quiere a las hojas secas cuando llegan con el otoño, cuando aún no hay demasiadas.

Te querré sin miedos.

Te querré sin agujeros.

Te querré despacio

y deprisa

y pausado

o lento.

Te querré dulce,

amargo y amarillo,

y algunas veces azul.

Te querré aquí, allí,

contigo y sin mí.

Te querré con palabras,

con gestos,
con miradas

o con besos.

Pero desde ese momento te querré siempre, sin descansar, sin dormir, sin parar…

Te irás lento, suave, como viniste, pero te irás…

(Cuando te fuiste, me dolían las yemas de los dedos; un dolor intenso que irremediablemente se extendía hacia los ojos y no me dejaba parar de llorar)
Pasaré el resto de los días llorando, hasta que vuelvas; aunque no vuelvas nunca, sé que volverás.
Te echaré tanto de menos que te escribiré 101 poemas en tercera persona, para que nadie sepa que hablo de ti. Para que nadie me pregunte si estoy triste.



¿Me prometes que nos columpiaremos en los parques como cuando eras aún un niño?



PD: aquí te dejo uno de tantos poemas torpes que te escribí…


tu espalda
me agarré fuerte a tu espalda,
mientras,
tú gritabas que no volverías
y yo te clavaba las uñas
por si te dolía
por si dejabas de morir
y te devolvía todos tus sueños
me perdía entre las sábanas
y tu voz me acariciaba
(lento, escondido)
nos contábamos cuentos
de los que dicen
que los que se enamoran
tienden a repetir sus nombres
y los jefes los apellidos
(me cantabas al oído
que no podías intercalar
sonrisas
y parpadeos)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre me encató este texto. Esperaba con muchas ganas que algún día lo publicaras, Aún así, yo me lo llevo de recuerdo a Madrid. te quiero.

Unknown dijo...

que bien, ya había leído un texto que me recuerda mucho a este, un texto que he leído en varias ocasiones dedicado a ese desconocido de mirada fugaz...

que bien que por aqui las cosas sigan trabajando.

pqueno dijo...

no creo q ese poema sea torpe

sabes lo hermoso q me parecen ambos textos

y ahora sabes, q me has arrancado lágrimas al ponerlos aquí (gracias!)

(has vuelto a emocionarme)

abrazos ausientes desde el norte

Paz dijo...

desde la ciudad reseca, con sed de más lluvia todavía....
te echo de menos en presente y en futuro

Y sé que lo sabes. Que a veces es mejor no abrazar demasiadp; al menos no en las despedidas.