La increíble historia de mi nombre…
Y mientras,
tú
reposas tus sueños
en tu cama rala,
yo escucho
tu respiración
por detrás de la puerta.
Suena a vuelo y a mar,
a agua,
a melodías estrambóticas
que nadan,
entre mis manos,
en mis tímpanos.
Y mientras,
tu mirada,
detrás de la puerta,
queriendo timar,
engañar a mi espalda.
estropear
u
obviar
mis palabras.
Y mientras,
yo,
detrás de la puerta,
escribía palabras para ti…
Ahora la distancia nos une.
Y aún escribo tu nombre en la madera de los bancos de la avenida.
7 comentarios:
...y aún escribo tus avenidas en los nombres de madera de los bancos
ya era hora hijaAAA!!! q no hago más q pasarme por aki y nada nuevo!
qué bonito es estar enamoradoooo!!!!
Me ha encantado el final... cuando la distancia une, los espacios terminan deshaciéndose entre los cuerpos :)
siempre acechante tras la puerta
abrazos ausientes desde el norte
la distancia que une es un lugar común.. al menos.
Yo quiero clavar nombres en los bancos, que no se vayan. Tener una historia sobre mi nombre... y sobre todo, que mi respiración suene así cuando duermo ( y no a lo que suena ).
Será cuestión de poner una grabadora detrás de la puerta.
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