sábado, enero 14, 2006

El chico de la mirada amarilla

en su bandolera llevaba un cuaderno naranja, donde según por donde se mirara, o era su diario o el lugar donde nacían sus relatos (como aquel en el que hablaba de la chica de la camiseta de rayas y los amores platónicos).

Caminaba ausente, sin aparente rumbo fijo.
En una mano llevaba un montón de cerezas que comía con sosiego, y en la otra todos los secretos que aquella desconocida le había contado.
Le entretenía la niebla que traspapelaba la luz de las farolas.
En su pensamiento nadaban mil mariposas que escribían palabras que no acertaba a leer.
Regalaba besos de gato que ella guardaba en aquella caja de secretos, como aquel libro.
Cuando él ya dormía, ella le besó de astrolabios en la frente, aunque no lo notara.
la niebla les mezcló en su abrazo, para que nunca más se sintiera sólo...

Mientras tanto, Iván cantaba una versión de Maga que me incitaba a cruzarme contigo en la misma avenida donde noches atrás alguien robaba flores para mí.


Ahora estoy espectante...

Y ya aprendí que podemos echar de menos aquello que nunca se tuvo.

5 comentarios:

el_hombre_que dijo...

y ya aprendimos a qué saben todos los pasteles que nos rozaron la nariz con su aroma...

Anónimo dijo...

ais laura!!q me has hexo lloraR!!sq he leido todas tus publicaciones...echar de menos...puff!me paso el dia echando de menos cosas que tuve...y cosas que no tuve..
gracias por explicar con tus palabras lo que mi corazón siente.besitooS!!

pqueno dijo...

quizá se pierda en la niebla, quizá pueda enseñarte cicatrices q te demuestren q tocó las estrellas...quizá solo espera q un gusanito pasee por su espalda cada noche...

quizá el tb esté a la espera

abrazos elípticos desde el invierno

Patricia Casalderrey dijo...

Eres la chica de la camiseta de rayas. Eres azul, sí, tú también. Y eres hasta un helicóptero de emergencia.
Las noches de niebla nos trasaladan a otros mundos. cuando el rock'n'roll se convierte en popanroll. Cuando la niebla nos circunda. Cuando aprendimos que todos los meses son bonitos. como tus palabras. (y cuadernos que a la izquierda tienen una espiral)

Elena -sin h- dijo...

Y sin duda esa es la mejor manera de echar de menos...