domingo, enero 22, 2006

El paseo

y aquella chica nunca soltó el libro granate... no quizás por el libro, sino por todo lo que aquella persona había significado para ella...
porque nunca olvidaría aquel paseo cuando aún era una niña

2 comentarios:

Clifor dijo...

Un paseo en compañía siempre es más que un paseo. Asomarse al Duero y olvidar las fronteras y los límites físicos del cuerpo, que nos atan a las ciudades y emprender el camino. Ese es el deseo.

Pero nos da miedo caminar solos.
Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar. Y con el libro granate.

pqueno dijo...

lindo...y sugerente...

ojalá yo tuviera un libro granate...

abrazos elípticos desde el invierno