domingo, diciembre 18, 2005

navidad

Sus ojos no paraban de llorar(sus pestañas se ahogaban sin saber nadar) y sus pies seguían sangrando, y así durante toda la tarde.
Sus manos se fundían lentamente, y de cuando en cuando sus dedos mojados, donde se hundía su cuerpo de tanto pensarte...
El tren se llevó todos sus sueños y un pedazo de su cuerpo.
No todo vuelve a casa por navidad

4 comentarios:

Clifor dijo...

Saca las manos del barro. Jim Morrison murió de oscuridad, vas ganando profundidad, pero no hundas tus manos del todo. Tienes 17 años, recuérdalo.

Y aprovéchalo.

bydiox dijo...

Gracias por dejarme un comentario.
Me gusta como escribes.

Por Navidad vuelve la memoria, los recuerdos, lo buenos y malos tiempos... el frío, el sueño, el silencio al volver a casa, al escuchar tus pasos...

E dijo...

Siempre odié ese anuncio: vuelve, a casa vuelve por Navidad.

Ánimo, tú también tienes que arrancarte las sonrisas de entre las pestañas.

Et merci bien.

pqueno dijo...

la distancia siempre juega a arrebatarnos algo...ojalá q solo sea distancia...

abrazos elípticos desde el invierno