Sus ojos no paraban de llorar(sus pestañas se ahogaban sin saber nadar) y sus pies seguían sangrando, y así durante toda la tarde.
Sus manos se fundían lentamente, y de cuando en cuando sus dedos mojados, donde se hundía su cuerpo de tanto pensarte...
El tren se llevó todos sus sueños y un pedazo de su cuerpo.
No todo vuelve a casa por navidad
4 comentarios:
Saca las manos del barro. Jim Morrison murió de oscuridad, vas ganando profundidad, pero no hundas tus manos del todo. Tienes 17 años, recuérdalo.
Y aprovéchalo.
Gracias por dejarme un comentario.
Me gusta como escribes.
Por Navidad vuelve la memoria, los recuerdos, lo buenos y malos tiempos... el frío, el sueño, el silencio al volver a casa, al escuchar tus pasos...
Siempre odié ese anuncio: vuelve, a casa vuelve por Navidad.
Ánimo, tú también tienes que arrancarte las sonrisas de entre las pestañas.
Et merci bien.
la distancia siempre juega a arrebatarnos algo...ojalá q solo sea distancia...
abrazos elípticos desde el invierno
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